- ¿Por qué, si ellos me desprecian? Además, yo estoy bien aquí contigo- dijo la pequeña lagartija.
-No, ellos lo han hecho mal pero seguro que se dan cuenta y se disculpan.
-Bueno, si, eso es lo mejor ¿cuándo vamos?-dijo la lagartija contenta e ilusionada de nuevo.
La niña y la lagartija fueron al pinar como acordaron, y allí hablaron con los animales.
-Oidme todos. Mirad, esta lagartija que no hizo nada, solo nacer con los ojos rojos y ¿por qué la tratasteis así?.
-!Ella destrozó nuestros nidos!
-Y también nos pisoteó-dijeron las flores.
-¿Y qué le hicisteis vosotros a ella?-respondió la niña.
-Me hicieron creer que era un monstruo por ser diferente y me sentí muy mal.
-¡La verdad es que nos pasamos demasiado y nos portamos muy mal!-dijeron los animales del pinar.
-Oye, lagartija ¿quieres llegar a un acuerdo?.
-Pero, quiero saber por que me trataron así; yo no hice nada malo.
-Bueno nos pareciste extraño y muy raro, también un monstruo,
pero lo sentimos, no debimos hacerte tanto daño.
-Y bien ¿hay acuerdo?-insistió la niña.
-!Claro que sí, yo no soy rencorosa¡ espero que seamos todos amigos y si viene otro ser "extraño" como decís le acogeremos y nunca más trataremos a nadie más así.
-Y yo vendré a veros todos los días, también mis amigos y nos divertiremos todos juntos.
Y la niña, los animales y sobre todo la lagartija vivieron felices, todos juntos para siempre.
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