Otro final de Antonio

La niña y la lagartija fueron al pinar. Todos los animales miraron a la pequeña lagartija y le dijeron:
-¡Monstruo, otra vez estás aquí! ¡Vete! ¡Fuera!
La lagartija se escondió detrás de la niña y dijo asustada:
-No soy un monstruo.
-Si que lo eres porque hiciste cosas monstruosas-dijeron los animales.
-¡Quietos! ¿Por qué os enfadáis con él? En fin, lo habéis creado vosotros-dijo la niña.
-¿Cómo?-dijo el pino.
-¿Qué?-dijo la araña.
-Sí; él no sabia lo que era y le dijisteis que era un monstruo.-dijo la niña con decisión.
-Tiene razón-dijo el saltamontes.
Entonces todos le pidieron perdón a la lagartija y la niña dijo:
-Ah, otra cosa hay muchas lagartijas de ojos rojos.
-¿Ah, sí? Pues yo nunca he visto ninguna-dijo la abeja.
-Si aquí mismo tienes una.-dijo la niña señalando a la lagartija.
La niña le prometió a la lagartija que vendría todos los fines de semana para jugar con ella.