28 feb 2010

LA BASURA DESTRUYE EL MEDIO AMBIENTE

En un campo donde todo el mundo iba a pasar la tarde a merendar, había personas que tiraban basura al suelo. Un día una niña de 10 años llamada Paula, lo limpió todo. Pero al cabo de unos días todo estaba como antes : bolsas tirada por el suelo, latas por el suelo, papeles etc.
- ¿Cómo es posible que la gente tire tantos papeles al suelo? -pensaba Paula. Pero ella estaba dispuesta a acabar con este desastre. Se le ocurrió hacer un cartel para ponerlo en el campo que dijera "La basurra estropea el medio ambiente ".
Al cabo de un tienpo, el campo donde toda la gente iba a merendar , estaba limpio.
-¡Lo he conseguido, por fin ese campo está limpio!- dijo Paula muy contenta. Ese cartel mereció la pena.
Toda la gente que iba ahora se llevaba bolsas para la basura y el suelo estaba limpio.

Pero un niño llamado Juan lo estropeó todo: tiró la basura al suelo.

-¡Pero Juan, eso está mal!
-dijo Paula enfadada.
Pero a Juan le daba igual donde tirar la basura. Ella le dijo que si no ayudaba al medio ambiente las plantas se moririán por la susiedad.
Eso convenció a
Juan que recogió lo que había tirado y nunca echó más basura el suelo y aquel campo estuvo siempre limpio desde aquel día .
EL COCHE CONTAMINANTE

Había una vez una niña que se llamaba Saray. Era rubia, de ojos marrones oscuros, boca chica y nariz mediana. Le decía siempre a su madre, que se llamaba Nerea, que no fuera a todo los lados en coche, que fuera en bicicleta o andando, pero la madre no le hacía caso. Un día la madre le dijo:
-Hija ¿Me puedes coger la llave del coche?- -¡Mamá vamos andando!-dijo la niña muy contenta.
-No, otro día vamos andando, esque tengo que ir a comprar.-dijo la madre.
-H¡ja, mamá, el coche contamina mucho. Ojalá no existieran los coches -dijo Saray. -Pues yo me quedo en casa.

La madre no le echó cuenta y se fue a comprar. La hija se puso muy triste y se fue a su cuarto a hacer los deberes. Llegó la madre y la hija le explicó todo lo que contamina un coche y al final Saray la convenció. La madre prometió que usaría la bicicleta en trayectos cortos. Autora: Saray Fernández Peláez
PEDRO Y RAFAEL EN APUROS

Érase una vez en un colegio, un niño llamado Rafael que cuidaba mucho las plantas. Pero un día se dedicó a dañar las plantas del colegio. Le quitaba las hojas a los árboles, pisoteaba las plantas, etc...
Rafael le llamó la atención a Pedro porque lo que estaba haciendo estaba mal.
A Pedro le molestó mucho que le diiera eso. Fue entonces cuando Pedro se volvió agresivo contra Rafael. La maestras Mª Dolores y Vanessa le pillaron peleándose. Pero Rafael no quería entrar en el juego de pelearse. Rafael se puso a llorar. Por fin las maestras lograron que fueran amigo
s y que Pedro respetaran las plantas.


Ezequiel Astacio
EL NIÑO AL QUE NO LE GUSTABA EL BOSQUE

Érase una vez un niño que se llamaba Juan al que no le gustaban las planta del bosque, las destrozaba y también las quemaba.
Un día tuvo una "fantástica" idea: quemar el bosque.

A la semana siguiente se esperó a que se fueran sus padres a trabajar y cuando se fueron , cogió la gasolina y el mechero y se fue al bosque.
- ¡Ja,ja,ja! voy a quemar el bosque - dijo el chico
Allí cerca estaba otro chico al que le encantaba el bosque, y vio que iba a quemarlo y le dijo:

- ¡Eh, chiii, quieto ahí, no vayas a quemar nada que el bosque no te ha hecho nada! -dijo el niño con voz fuerte.
-Pero a mi no me gusta y por eso lo voy a quemar-dijo Juan.
-
Vas a matar a los animales y tus padres te castigarán y también te llevarán a la cárcel y no vas a salir en mucho tiempo ¿Quieres que pase esto?- exclamó el niño.
-No, en la cárcel no, que ponen la comida muy mala y el colchón está lleno de piojos. No, vale no lo quemaré- dijo el chico.

-Vale, vamos cada uno a su casa que ya es tarde.
A partir de ese día, Juan respetó la Naturaleza.
EL NIÑO AL QUE NO LE GUSTABA EL BOSQUE

Érase una vez un niño que se llamaba Juan al que no le gustaban las planta del bosque, las destrozaba y también las quemaba.
Un día tuvo una "fantástica" idea: quemar el bosque.

A la semana siguiente se esperó a que se fueran sus padres a trabajar y cuando se fueron , cogió la gasolina y el mechero y se fue al bosque.
- ¡Ja,ja,ja! voy a quemar el bosque - dijo el chico
Allí cerca estaba otro chico al que le encantaba el bosque, y vio que iba a quemarlo y le dijo:

- ¡Eh, chiii, quieto ahí, no vayas a quemar nada que el bosque no te ha hecho nada! -dijo el niño con voz fuerte.
-Pero a mi no me gusta y por eso lo voy a quemar-dijo Juan.
-
Vas a matar a los animales y tus padres te castigarán y también te llevarán a la cárcel y no vas a salir en mucho tiempo ¿Quieres que pase esto?- exclamó el niño.
-No, en la cárcel no, que ponen la comida muy mala y el colchón está lleno de piojos. No, vale no lo quemaré- dijo el chico.

-Vale, vamos cada uno a su casa que ya es tarde.
A partir de ese día, Juan respetó la Naturaleza.
EL SALVADOR DE LA NATURALEZA

Había una vez un niño llamado Alex que era bajito, algo rellenito, de pelo castaño, ojos verdes, nariz corta, boca grande y piernas cortas.
Alex vivía en el campo lleno de árboles.

Una mañana le despertó un ruido muy extraño para él. Salió de la cama y miró por la ventana. Vio como arrancaban los árboles unos hombres muy extraños(eran trabajadores).
Rápidamen
te se vistió y salió fuera a quejarse. Se puso a hablar con un hombre que estaba trabajando.
-¿Por que arrancáis los árboles?-pregunto el chico.
-Yo nada más que cumplo órdenes-contestó el hombre.
-¿Quien te da esas ordenes?-volvió a preguntar el chico.

-Aquel hombre de allí; por cierto se llama Mario.

Mario también era bajito, rellenito, de pelo negro, ojos negros , moreno, nariz chata.
Alex fue a hablar con él.
-¿Por que lo hacéis?-pregunto alex.

-Para hacer papel-contesto el hombre.
- ¿Y por qué no recicláis?-propuso alex.

-¿Qué es reciclar?-preguntó interesado el hombre.

Entonces Alex se puso a explicarle al trabajador lo que era reciclar y como se hacía.
Milagrosamente Alex consiguió convencerle. Luego Alex se puso muy contento porque él solo había conseguido parar la tala del bosque.

Autor:Daniel González Martín

LIMPIEZA EN EL CAMPO


Un día soleado, Paula estaba paseando en el campo y se encotró a un niño que se llamaba Javi. Ese niño tiraba mucha basura al al suelo porque no le gustaba proteger el medio ambiente, en canbio a Paula le gustaba mucho y se acercó a el y le dijo:
-¿Por qué no tiras los papeles a la papelera?¿no sabes que así contaminas?
- Sí, sí, claro que lo sé , pero me da igual. A mi no me gusta el medio anbiente y quiero contaminarlo.
- Pués yo no lo voy a permitir ¿me has oido? El campo es de todos y no lo puedes contaminar con tus basuras.
Entoces la niña organizó una manifestación para que Javi no contaminara más con basura el campo y para recoger lo que este había tirado.
Al pricipio Javi creía que le daba igual, pero poco poco se fue dando cuenta de que estaba haciendo mal. Le pidio perdon a Paula y a todos los demás y no volvio a echar basura al campo.
VALE MUCHO LA NATURALEZA

Érase una vez un niño llamado Hugo al qué le encantaba el campo, pero sobre todo cuidarlo. Era alto, delgado, tenía los ojos grandes y de color marrón, la nariz pequeña y puntiaguday tenía los dientes brillante. Era una buena persona, alegre, simpático y agradable.

Pero a otro niño llamado Alejandro no le gustaba el campo y por eso hacía candelas y no las apagaba, tiraba basura, no cuidaba la naturaleza en definitiva. Era bajo, gordo, los ojos achinados y de color negro, la nariz era grande y tenía unos dientes picados y amarillos de no lavárselos. Era descuidado con las cosas, amargado, nunca se reía.
Un día se encontraron, Hugo recogiendo basura y Alejandro tirándola.
-¿Qué haces tirando basura en vez de recogerla?-preguntó Hugo enfadado
-¿A ti qué te importa lo que yo haga o deje de hacer?-respondió Alejandro agresivo.
-Pues hombre, a ver si entiendes, la naturaleza hay que cuidarla y no despreciarla porque para qué vale echarle basura, quemar las cosas, etc...-dijo Hugo.
Y Alejandro se quedó callado y parecía que estaba entendiéndolo.
-¿Lo entiendes Alejandro? Si tú dejas de ser así, incluso podemos ser amigos y demás-le volvió a repetir.
-Es verdad ¿De qué vale hacer todas esas cosas mal?Te haré caso y yo también creo que seremos buenos amigos-respondió Alejandro alegre. Y desde entonces se llevan muy bien y todos los sábados y domingos van a limpiar los bosques, campos, etc...

María Fernández Hurtado.